Ya cuando era viernes y faltaba una hora para mi "cita", decidi que era un momento de darme una ducha. Pensaba en Bella, y me sentia un poco culpable por no haberla llamado, pero tambien pensaba en Gabbe, en su alegria y entusiasmo, carisma natural, tan agradable y amable... Y de pronto me encontre entusiasmado por verla mas trade.
Me empezaba a gustar, era agradanle de verdad, pero todavia seguia pensando en Bella. Ella tambien era divertida, solo que un poco timida, y tan dulce... Bueno, las dos chicas eran muy diferentes, pero ambas me gustaban.
Me acababa de poner la camiseta cuando tocaron el timbre, y me apresure a abrir. Charlie estaba parado en la puerta de mi casa con una bolsa de papel en una mano y un six-pack de cerveza en la otra. Estaba sonriente, pero se veia forzado.
-Hey, Charlie. Pasa - Le dije, haciendome a un lado.
-Hola, Jacob, esta Billy? - Me pregunto.
-En realidad, esta en casa de Harry. Pero lo puedo llamar para que vengan los dos - Dije, muy a mi pesar. Dios, tenia una cita esa noche!
-No, creo que ire para alla. Tu sabes, las cosas estan un poco tensas en casa con Bella.
-En serio? Como esta?
-Eh, bueno... Esta muy mal. No come, ni bebe, y casi ni se mueve. El dr. Gerandy dice que tiene catatonia, pero no lo dejo que se acerque mucho. Estoy muy impotente, y pienso llamar a su madre para que la lleve a Jecksonville. Tal vez el sol y el calor le hagan bien.
-Charlie, no me gusta decirte como cuidar a tus hijos, pero creo que deberias cuidar a tu hija, pero no la deberias dejar mucho rato sola - Le dije.
-Si, lo se, pero necesito salir de ahi. Aveces pienso que es necesario hospitalizarla.
-Oh, no. Ella lo odiaria. Solo hay que darle tiempo, y ella se recuperara.
-Si, tal vez tengas razon. Yo... - En ese momento sono el timbre. Le di una mirada de disculpa a Charlie y fui a abrir. Ahora si que era Gabbe.
Tenia puesto un jersey vinotinto y unos vaqueros claros, con unos tennis deportivos. Casi olvidaba que era una cita de practica. En realidad, queria olvidarlo.
-Hola Jacob! - Saludo.
-Hola, Gabbe. Pasa - Respondi.
-Oh, lo siento. No sabia que estabas ocupado - Dijo Charlie, algo receloso. Bueno, el estaba aqui, no?
-Si, bueno. Charlie, ellas es Gabbe. Gabbe, Charlie - Los presente - Ire a llamar a Harry para avisarles que vas - Gracias a Dios encontre un pretexto para salir dela habitacion. Fui a la cocina y marque el numero de Harry.
-Hola? - Respondio Seth, el hijo menor de Harry.
-Hey Seth. Mi padre esta ahi verdad? - Pregunte.
-Si, quieres que te lo pase?
-No, solo dile que Charlie va para alla. Se aparecio aqui con pescado frito y cervezas.
-Eso no se puede desperdiciar, cierto? Tranquilo, aqui no se pierde - Dijo Seth, siempre tan amable.
-Ok, ya lo mando. Adios - Colgue y volvi a la sala.
-Dale, nos vemos despues. Un placer, Gabbe - Se despidio.
-El placer fue mio, Charlie - Respondio Gabbe.
Charlie se fue, y me quede en la casa solo con Gabbe. Las noticias de Bella me habian entristecido, pero no lo suficiente como para no disfrutar de una cita con una chica linda.
-Bueno, entonces empezamos o que? - Pregunte.
-Claro, traje el balon de mi hermano - Responde ella, sacando de su bolsa un balon de volibol azul y amarillo.
Nos dirigimos afuera, y le pase el balon con un saque. No habia malla, pero eso era lo de menos. Ella intento volear la pelota, pero salio desviada, fui a buscarla y luego me dirigi hacia Gabbe, que estaba un poco apenada.
-Lo siento, creo que no estoy poniendo bien las manos - Dijo ella.
Tranquila. Mira, las tienes que poner asi - Le dije, colocando mi mano sobre la suya y ponindola en la posicio que era. Lo hice suave y lentamente, casi coqueteando a traves de ese tacto, el cual era calido y se sentia bien - Lo tienes? Todo esta en la muñeca. Ahora mira como l hago.
Le di una demostracion, tirando la pelota hacia mi garaje. La puerta estaba abierta, asi que el balon entro. Fuimos a buscarlo y Gabbe me toco el hombro.
-Jacob, estas construyendo un volkswagen golf de los 90's? - Me pregunto.
-Si, como lo sabes? - Le pregunte intrigado.
Se encogio de hombros - Mi padre tiene un viejo taller de autos. a veces trabajo con el.
-Ah, ya entiendo. Eso esta muy bien. Creo que nunca he conocido a una chica que sepa de autos y todo eso - Bella no, por lo menos, pense.
-Si, algunas chicas creen que por saber de esas cosas van a ser marimachas o algo asi.
-Oh, claro que no! Me encantan las chicas que saben un poco de todo. Son mas interesantes.
-Si tienes razon - Dijo ella, acercandose a mi - Igual que a mi. Me gustan los chicos polifaceticos.
-Son mucho mejores - Respondi yo, tambien acercandome y reduciendo la distancia entre nosotros a unos cuantos centimentros - Eso me recuerda. Hay que seguir practicando - Me separe de ella riendome por dentro. Eso me recordo algo que siempre decia Quil: Dejalas con ganas de mas. En esos momentos, funcionaba.
-Pero ya estoy cansada. No quiero seguir - Replico ella.
-Bueno, y que quieres hacer? - Pregunte, con segundas intenciones.
Ella me miro significativamente - No se, podriamos ver tv - Dijo, pero claramente no era eso lo que pensaba.
Nos dirigimos a la casa y nos sentamos en el sillon. Ella empezo a pasar los canales y encontramos una pelicula de terror que se veia buena. La dejamos ahi, y yo fui a buscar la bolsa de doritos y las do latas de coca-cola que habia comprado esa misma tarde. A los 10 minutos Gabbe se habia arrecostado a mi hombro, y yo le pase un brazo por encima de sus hombros. Su largo cabello negro olia de maravilla, como a jazmin y grosellas, muy exotico.Creo que podian haber estado pasando un estupido programa de muñequitos miopes, problemas del habla o sindrome de down y hubiera sido igual. Ninguno de los dos estabamos viendo realmente la tv. Solo disfrutabamos de la compañia del otro, la cual era realmente agradable. No habia presion sexual ni incomodidad. Simplemente era algo fresco que se senti correcto. Cuando termino la pelicula (o pasaron comerciales) nos levantamos y nos fuimos a la puerta.
-Gracias por las, eh... Clases. De verdad me ayudaron - Dijo ella.
-Si, no fue nada. Cuando quieras - Respondi.
-Ok, entonces. Nos vemos el lunes.
-Si, en gimnasia - Dije, y le di un beso en la mejilla. Nos sonreimos y ella se fue caminado hasta su fiat 1. Me quede en la puerta viendo el carro alejarse, hasta que no lo alcance a ver mas, con una sonrisa en la cara.
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