Que lo disfruten ;)
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Corria, solo eso hacia, corria hacia Damon, mis instintos me guiaron hacia el, como si tuvieramos una conexion interna. Conveniente, no? Bueno, su rastro me llevo por toda la carretera hasta el centro de la ciudad, me estaba acercando, lo sentia. La conexion me llevo hasta la plaza, cuando llegue, mire hacia los lados para ver si veia a Damon, pero no vi a nadie.
- Hola novata, te tardaste un poco no? - Su voz vino desde mi espalda, e hizo que me sobresaltara un poco.
- Me trade?
- Si, yo sabia que vendrias - Dijo esbozando una gran sonrisa.
- Que hacias en mi casa? -
- Queria pasar el rato, pero bueno -
- Y ya no quieres pasar el rato? - pregunte, bromeando.
- No, ya se me quitaron las ganas, oye novata, quiero que conozcas a alguien - Y de entre los arboles vi una figura, de hombre, creo.
Era un poco mas bajo que yo, pero igualmente delgado y musculoso. Era blanco como la cal y tenia el cabello amarillo como el sol que le caia delicada mente sobre el rostro. Sus ojos eran azul oscuro casi negro. El era hermoso fisicamente, tal vez mas que Damon
- Novata, el es Paolo, un amigo de hace mucho tiempo - yo lo mire y le di una linda sonrisa, el me la devolvio.
- Hola nueva - Dijo, abri mucho los ojos, el era hermosos, eso era seguro, pero al hablarme puso sus manos en la cintura, y hablo en tono... gay, y mucho.
- Quien es el? - Le pregunte mentalmente a Damon
- Es un amigo desde hace unos cien años aproximadamente -
- El es... gay? -
- Te tardaste en notarlo. Espero que no hallas estado interesada en el - Gire los ojos.
- Espero que no te pongas celoso - Dije escepticamente.
- Pues... - Empezo a decir, pero Paolo interrumpio nuestra charla mental.
- Chicos no me exluyan, yo no puedo leer la mente - Lo dijo en tono tan afeminado que me dio algo de risa. - Entonces niña, como te llamas? - Pregunto.
- Clarissa -
- Genial, que lindo nombre! - Sonrei ahogando una carcajada - Y cual es tu habilidad nueva? - antes de que pudiera contestar Damon se me adelanto.
- Controla todos los elementos - Dijo.
- Me estaba preguntando a mi - Dije, y gire los ojos. - Y tu que haces? - Pregunte.
- Controlo la naturaleza -
- Genial - Dije.
Me acerque mas a ellos y nos sentamos en el suelo los tres juntos. Tal vez se veia extraño dos chicos y una chica, pero en realidad eramos dos chicas y un chico.
- Entonces Paolo, cuantos años tienes? - Pregunte, Damon en realidad casi no participo en la conversacion.
- Doscientos cincuenta y ocho, pero me veo como de dieciocho, gracias a Dios - me rei por su tono, era muy gracioso.
- Y como te convirtieron, o porque? - Pregunte, el me miro, se le veia la nostalgia en los ojos.
- Bueno, yo tenia dieciocho años, eran tiempos diferentes, yo estaba comprometido con una chica que mis padres habian escogido, y se suponia que cuando cumpliera los veinte nos teniamos que casar. Ella era la chica mas "linda", y claro, obviamente la mas adinerada, y yo era un chico muy buenmozo - Eso se veia a leguas de distancia - Mis padres soñaban con verme casado y con hijos - Suspiró - yo seguia las reglas, aunque fuera por abligacion. Una noche sali con un chico, sin que mis padres se enteraran, claro, el era extrano, era moreno de cabello liso y ojos muy extravagantes. Sus ojos cambiaban de color - El sonrió a la vez que suspiraba - El y yo saliamos mucho. Una noche el tenia sus ojos negros, nunca los habia visto asi. Me acerque para saludarlo y el me alejo, me sentia confundido. Me volvi a acercar, para pedirle una explicacion pero el me dijo "vete" y me dio un golpe que no recuerdo muy bien, luego recuerdo un dolor muy fuerte, y desperte con... sed. Y cien años despues, encontre a Damon - Yo sonreí.
- Que... historia la tuya. Y que hacias en los años antes de encontrar a Damon - El me miro y se puso algo serio.
- Me dedicaba a cazar caza-vampiros, pero esos asesinos son como los mosquitos; no importa cuantos mates, siempre hay mas. Y creeme, yo mate muchos - Asenti.
- Y no volviste a ver al chico que te convirtio? - Pregunte. El miro hacia abajo y apreto los labios.
- Si, y no. Yo iba caminando por las calles de Moscú y vi a cuatro cazadores atacando a uno de los nuetsros, pero no intervine en el momento porque el chico lo hacia muy bien. Tanto que pudo matar a tres de ellos, pero cuando estaba acabando con el tercero el otro lo mato con una de sus lanzas. Alli fue cuando intervine y lo mate en menos de dos segundo, pero fue despues de eso que vi, quien era el vampiro. Ese fue mi primer cazador cazado. Pero desisti despues de un tiempo, porque cada vez era mas dificil - El me dio una sonrisa triste.
- Lo siento - Dije
- No, tranquila Clari, lo que paso, ya paso - Yo sonreí con timidez.
- Damon, por fin te callas - Digo, para aligerar un poco el ambiente, Damon claramente iba a replicar, pero Paolo lo interrumpio.
- Cierto, Damon, tienes que entretener a la chica, sino se te va a ir, y dejame decirte que esta muy linda y se ven bien juntos - yo abri mucho los ojos y mire a Paolo, el sonrió divertido por nuestra reaccion, pero luego abrió la boca en forma de asombro - No.lo.creo, hasta se sonrojan - Dijo, y solto una sonrisa pícara. Yo mire a Damon y si estaba algo ruborizado, pero luego desvio la mirada - Vamon chicos - Continuó Paolo - No lo oculten mas, en ustedes hay una tension sexual que ni yo puedo obviar - El enarco una ceja y nos miro, primero a Damon y luego a mi.
- ¡Rayos Paolo! Deja de inventar cosas - Dijo Damon, Paolo solo se encongio de hombros.
- De acuerdo, si no me creen aún... Pero ya veran - Dijo, yo gire los ojos.
- Paolo y como eras humano? - Pregunté. El sonrió con nostalgia nuevamente y me arrepenti de haber preguntado.
- Bueno, mi cabello era mas dorado, mi piel era mas roja, no era tan palido, mis ojos eran celestes. Era el tipico surfista Australiano. Y antes de que lo preguntes, si, hace doscientos sesenta años ya habia surf, en Australia no era tan popular como ahora pero igual se practicaba un poco, aunque no era muy parecido al que ves ahora - Yo abrí mucho los ojos.
- Eres Australiano? Y surfista? - El sonrió.
- Si, lo era - Dijo, y me dio una sonrisa triste nuevamente al hacer referencia a que "Era" Australiano y ya no lo es, pero sin embargo sonreí, de solo imaginarme un Paolo en traje de baño en una playa de Australia. Si, esa era definitivamente una buena imagen. Damon se giro hacia mi nuevamente y note que aun estaba un poco rojo.
- Saca esos pensamientos de tu cabeza - Me dijo Damon mentalmente.
- No te pongas celoso - Repliqué
- No lo estoy -
- Seguro? -
- Si! - Dijo (o pensó) con dureza.
Pero yo sabia que mentía, sus ojos me lo decían, y a decir verdad, me gustaba. Tenia que hacer que estuviera mas celoso... Y yo sabia quien me podia ayudar, aunque no supiera que lo estaba haciendo...
Christopher.
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