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miércoles, 29 de febrero de 2012

One Shoot: El Chico Sin Nombre II!

  MIS AMOREEEEEES!! Yo se que los tenia abandonados, pero veeeerga, la situacion con mis orquestas esta arrecha... Soy Luii :D Sii, lo se, se que me extrañaron... Yo tambien los extrañe. Asi que por ahi tengo unas cuantas reseñitas de libros que he leido y ni pendiente he comenzado a hacer la reseña. Creo que se las debo :S
 En fin. Este es el cuento del chico sin nombre, pero algo modificado, con un significado un poco mas profundo y mas extenso. Se podria decir que es una version alternativa! Espero que lo disfruten!!

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Salgo del colegio, son las 2:20 en punto. Llamo a mi padre solo para que me diga que esta muy ocupado y no puede ir a buscarme. Reviso mi cartera y no encuentro ni un centavo. Mierda, me tengo que ir caminando. Si quiero llegar antes del anochecer, es mejor que me ponga en marcha. No mucho despues de salir del colegio, me encuentro una rosa negra. Nunca habia visto una, y quedo encantada con su belleza. La tomo del suelo, se encuentra en perfecto estado. Para cortar camino, me adentro en una pequeña callejuela que conduce a un barrio. Voy escuchando musica, “Sally's Song” de la pelicula “A Nightmare Before Christmas”. Es sobre todo con el fin de amortiguar los piropos indecentes que los chicos me dedican. Siento que me siguen, por eso me volteo, y me doy cuenta de que hay un par de chicos tras mis pasos, sonriendo con malicia. Yo aprieto el paso, pero igual ellos. Miro mi pulsera negra, la cual llevo conmigo desde los 13 años. De alguna forma, siempre me da fortaleza, pues me la dio mi mejor amiga, Alejandra, justo antes de irse a vivir a Chile. Siempre que observaba la simple banda de plastico, recordaba su sonrisa la ultima vez que la vi, estaba saliendo de mi casa para el aeropuerto, pues esa noche habiamos dormido juntas. Dos años despues y no la he vuelto a ver, aunque nuestra amistad sigue tanto y mas solida que antes. Dejo mis cavilaciones de lado y echo a correr, pero por desgracia, he pasado por ese sitio al rededor de unas 5 veces en mi vida, y en auto, asi que no recorde que al lugar hacia donde me dirijo era un callejon sin salida. De repente, me encuentro atrapada con dos chicos que, estoy segura, no quieren nada bueno. No tengo escapatoria.
Mami... —Dice uno seductoramente. A mi me provoca repugnancia, y no es para menos.
Que hace una lindura como tu en un lugar como este? —Pregunta el otro, el que tiene una gorra y cadenas al rededor del cuello. A traves de la fina tela de los bolsillos de sus bermudas, se aprecia vagamente algo pequeño y alargado. Una remota parte de mi cerebro me dice que no es un celular. Trago fuerte para deshacer el nudo que se comienza a formar en mi garganta.
Me perdi —Admito debilmente. Si digo que voy camino a mi casa, me seguiran. Se acercan mas a mi mientras yo me alejo, sabiendo que aun asi no estoy mas segura.
Pues te tengo malas noticias: Este es nuestro territorio. Si quieres irte, debes pagar un... Peaje, por asi decirlo.
Pero no tengo dinero —Respondo lentamente, aunque se que he cometido un gran error. Si no recibirian dinero, van a conseguir algo a toda costa.
Apuesto a que la cadena es de oro —Dice el otro. Me quito la prenda con dolor y se las entrego. Me examinan de los pies a la cabeza y me pongo nerviosa, pues estoy segura de que no solo observan que llevo encima que puedan tomar.
Muestrame tus bolsillos, nena —Me doy cuenta de que ambos tienen un tatuaje en el lado izquierdo de la mandibula, casi llegando al cuello. Era una especie de diseño con raices entrelazadas. Probablemente ambos son parte de una banda juvenil, asi que no le doy mucha importancia. Yo rapidamente cambio los audifonos del iPod al celular, pues si me van a quitar alguno, prefiero que sea el celular. Saco el aparato y un borrador. A ambos les brillan los ojos cuando ven el telefono, e inmediatamente se acercan lo suficiente para arrebatarmelo.
Una chica que estudia en tu colegio no tiene solo eso con ella. Apuesto a que tiene algo dentro de la camisa. Que piensas tu, Luis?
Pues claro que si! Por que no te quitas la camisa, solo para asegurarnos? Aun falta solo un poco para el pago, belleza.
Yo estoy indignada. Como se atreven? —No tengo nada mas adentro, y definitivament e no me voy a quitar la camisa! —Les respondo. El de la gorra mete su mano en el bolsillo y, efectivamente, saca una navaja. Yo la miro con horror. Ninguno de los tres dice una palabra, asi que el simplemente se acerca mas aun hacia mi y con un solo movimiento fluido, rasga mi camisa. El objeto toca mi piel y me hace una cortada, pero mi grito es mas de la impresion que del dolor. Yo solo oigo sus risas tontas, admirando lo que hay detras de mi camisa.
Por que simplemente no te terminas de desvestir, linda? —Dice Luis con voz ronca. Me toma por los brazos fuertemente, y yo intento soltarme.
Porque ustedes no van a obtener mas nada de mi. Nada! —Lo siguiente que siento es su puño en mi cara, rompiendo mi boca. Duele como el infierno, pero me niego a demostrar que me vencieron. Ellos vuelven a reir, y me dan una patada en la mitad de la pantorrilla, haciendo que sus risas fueran aun mas fuertes. Me caigo en el duro suelo, y me golpeo la cabeza contra la pared.
Es cierto, ya no vamos a obtener mas nada de ti. Por cierto, gracias por el celular, necesitaba uno! —Dice el de la gorra, y se alejan. Que voy a hacer ahora? No puedo llamar a nadie, no tengo dinero, y estoy muy debil para terminar de llegar a mi casa.
No se cuanto tiempo paso ahi, pero de repente siento unos pasos apresurados dirigirse hacia mi, y yo me defiendo lanzando puños a ciegas.
No, tranquila, no te hare daño! —Exclama alguien. Sin embargo, yo no me dejo de defender. Pero el extraño logra inmovilizarme contra el suelo. Yo abro los ojos al fin, y me encuentro con un chico de ojos colo avellana y cabello rubio oscuro. Su mirada esta posada en la mia, y sus ojos transmiten confianza e inseguridad. Dejo de forcejear.
Te encuentras bien? —Pregunta el chico. Yo niego con la cabeza, sin articular palabra. El me levanta por la cintura y se asegura de que no me caiga antes de soltarme —Que te paso? Por que estabas ahi tirada? —Me examina detenidamente y se da cuenta de las fachas en las que estaba, y del estado de mi camisa. Desvia la vista por educacion —Oh, cielos... Malditos Peres!
Yo miro al piso para ver si no se me ha caido nada, y veo la rosa negra que recogi tirada en el suelo. Yo la tomo y la sacudo un poco. Miro al chico, que me observa espectante.
-Toma... Te la regalo -Le digo ofreciendole la flor. El duda en agarrarla.
-No podria... Quedatela.
-No, insisto, me has ayudado, quien sabe si otro par de chicos me hubiera encontrado en estas condiciones... No creo que hubiera llegado a mi casa. Asi que es tuya, no tengo mas nada para darte en muestra de agradecimiento.
Esta vez no vacila, la toma y la huele. Me sonrie calidamente -Gracias, linda.
-Y tu donde estudias? - Le pregunto cambiando de tema. Es una forma amable de preguntar si estudia.
-Yo... Estudiaba en el Colegio "Gonzaga" - Dice avergonzado.
-Y que paso? - Pregunto con curiosidad.
-Mi papa murió en un accidente de auto, y ahora mi mama apenas puede comprar la comida. No pudimos seguir pagando el colegio. Ahi jugaba futbol en el equipo. Ahora solo juego futbol callejero. Por supuesto, no es lo mismo.
-Ah... Y que haces? Te la pasas todo el día con esos chicos? - No pude esconder la repugnancia en mi voz.
-Son buenos chicos, pero no les ha ido muy bien - Dice, en un intento inútil de defenderlos.
-Tu papa murió, y no andas por ahí metiéndote con todos. Es la forma en que tratas la vida, no como te trata la vida lo que te hace como eres - Le sermoneo.
-Las cosas son diferentes por aquí. A casi todos nos falta uno a mas de la familia, y en muy pocos casos son por muerte natural. Un padre, una madre, aveces ambos. Debemos trabajar de empacadores en los mercados o vender cosas en las calles para subsistir.
-O pueden estudiar y trabajar de profesionales. Sabias que ganan mas que un vendedor de Kinos?
-No podemos pagar un colegio, y no tenemos tiempo pues, como te dije, debemos trabajar.
-Existen los colegios públicos. Y se puede estudiar en la mañana y trabajar de tarde.
-No le se, en realidad nunca lo había pensado. Se puede probar. En que año vas tu?
-2do. Tu donde te quedaste? - Pregunto. Se me ocurre una gran idea.
-3ero. Me puedo inscribir en un colegio cualquiera.
-No en cualquiera. Estudia conmigo! Para este año que viene.
-Tengo 17 años, voy a cumplir 18. Tu estudias en el San Francisco de Asís, y ahí son muy estrictos.
-Pero tu necesitas el cupo. Y mi colegio es subsidiado. Si tienes buenas notas y llevas tu estudio social, te darán el cupo de una vez. Y podrás estudiar conmigo. Y sabes algo? Ahi hay un equipo de futbol, y han ido a campeonatos y ganado copas, y de todo!
-De verdad? Es lo maximo, estudiare y podre seguir jugando futbol, es mi pasion... Eres un ángel. De verdad. Como te llamas?
-Luisa. Debes ir a mi colegio mañana a las 7am.
-Luisa... Por que haces esto? Debería haber muchas mas personas tan buenas como tu.
-Gracias, pero yo solo trato de ayudarte. Me parece que vale la pena sacarte de este agujero en el que estas.
-Mañana estaré allá, se que queda cerca de aqui. Ah, esperame un momento aqui, por favor -Sale corriendo hacia una minuscula casa que esta justo en la esquina, y vuelve al cabo de 2 minutos -. Toma, para que te puedas ir a tu casa -Me tiende 30bs.
-No, tranquilo, si me puedes prestar tu telefono yo llamare a mi papa, y listo!
-No, insisto, tomalos, no estas en condiciones ni de esperar a tu papa y mucho menos de caminar. Es mas, te voy a llamar un taxi -Saca un telefono y marca. Dice la direccion en la que nos encontramos y tranca -.Listo, ya viene. Ve a esperarlo en la avenida, esta bien?
 Ya que no puedo protestar, asiento con resignacion -Ok, muchas gracias... Espero que nos veamos pronto de nuevo!
 Nos abrazamos. Se suponia que el me debia ayudar, pero en realidad fue una salvacion mutua. El se ve tan feliz que me voy encantada por haber conocido a este gran chico.

A la mañana siguiente, me levanto muy emocionada por volver a ver a... No se su nombre!! Olvide preguntárselo ayer, pero no importa, hoy se lo puedo preguntar. Voy a la cocina a desayunar, y cuando termino me voy al cole. Llego súper temprano, y lo espero. A los cinco minutos, una mano dudosa me toca la espalda.
-Hola, ángel. Ya estoy aquí - Dice el.
-Hey, llegas tarde!! Debemos ir a la dirección para hablar con la directora. Vamos! - Le digo, lo tomo por la mano y lo llevo a la dirección. Hoy esta con ropa mejor, unos jeans y una chemise, algo gastados, pero estaban muy bien. No me había dado cuenta de lo lindo que era.
-Buenos días, hermana Dolores - Saludo a la monja de la portería.
-Tovar, ya va a sonar el timbre. Debes subir - Dice ella. Típico.
-Lo se, es solo un momento. Ayer encontré a este chico, y nos pusimos a hablar. Su papa murió y no ha podido seguir estudiando, y no tiene casi dinero. Pero antes estudiaba en el Colegio "Gonzaga", osea que tiene buenas bases. Yo le dije que buscara cupo aquí.
-Sabes muy bien que las inscripciones todavía no han empezado.
-Pero el de verdad lo necesita, y es un buen chico. No pueden hablar, tomar sus datos, no lo se, cualquier cosa? - Supliqué.
-Bueno, le daré una oportunidad. Tu debes irte.
-Esta bien, ya me voy - Digo - Suerte - Le susurro a el. Coño, olvide preguntarle su nombre otra vez! Pero ya no podia hacer nada. Subi esperando que Dolores le diera el cupo, o tan solo lo escuchara.
  Bajo al recreo hora y media después, y dos brazos me atrapan.
-Me dieron el cupo, ángel. O algo así. Estoy en la lista de prioridad en las inscripciones. Hable con la hermana, le dije todo lo que quiso saber y ella dijo que tenia madera para estudiar aquí. No importa que vaya a cumplir 18. Aparte de que hable con el profesor de educacion fisica y me hizo una prueba. Podre entrar en el equipo de futbol! - Dice el, tan alegre que esta llorando. Yo también lo abrazo, tan feliz como el. No sabia por que, pero ese chico me gusta. Es tan... No lo se, pero me gusta.
-Estoy tan feliz por ti - Le digo.
-Podre sacar a mi madre de ese barrio en un tiempo, y volver a los torneos de futbol... Y todo gracias a ti. Pero ya debo irme, y tu debes bajar a comer.
-Claro, yo te iré a visitar cuando salga de clases - Digo, y le doy un beso en la mejilla.

Me paso el resto de la mañana mirando el reloj. Ha pasado una eternidad (me parece a mi) cuando al fin suena el timbre de salida. Salgo disparada a la puerta, ignorando a los que se despedían de mi. Voy al barrio y busco al chico. No esta en el parque ni en la entrada, así que tengo que preguntar por el. Por desgracia, mi información sobre el es muy escasa. Nadie lo reconoce, pero hay una señora llorando, con unas cinco personas a su alrededor.
-Disculpen, que paso? - Le pregunto a una chica.
-Hubo un robo en la mañana, y hubieron varios heridos. Entre ellos, el hijo de esta señora.
Me temo lo peor, pero me acerco a la señora. Tiene un muchacho entre los brazos, que esta en estado de shock. No le veo la cara, pero por su cabello y su contextura, reconozco a mi amigo. Llega la ambulancia y lo llevan al hospital. Yo agarro un porpuesto y voy hacia el mismo hospital. Espero horas y horas junto con la madre del chico, hasta que el doctor sale. Nos acercamos a el apresuradamente.
-Doctor, como esta mi hijo? -Le pregunta la madre entre sollozos. El tiene una expresion seria.
-No le voy a mentir. Su hijo presenta varias contuisiones en la cabeza, y tiene apuñaladas en el craneo. Dos de ellas penetraron el craneo y afectaron el Area de Broca y el Lobulo Occipital. Tiene daños severos e irreparables -Termina el doctor.
-Pero, estara bien? Que tan graves son los daños? -Le pregunto, conteniendo mis lagrimas todo el tiempo que pueda y tratando de mantener mi voz calmada.
El doctor suspira pesadamente -El muchacho vivira, pero tendra deficiencias motoras. Aun no es seguro pues esta bajo anestesia, pero es probable que padezca ceguera parcial o completa, y tendra retrasos del habla o no podra pronunciar nada por completo -Toma un poco de aire-. Lo siento. Pueden pasar a verlo.
Yo me quedo paralizada. El habla no importa demasiado, no en realidad, pero la ceguera... Acaba de conseguir un puesto en el equipo de futbol, y ya lo perdio. Se tenddra que cambiar a un colegio para chicos especiales. No va a poder estudiar conmigo, mucho menos jugar futbol. Es una terrible desgracia que por sucesos como robos y saqueos, le quiten la oportunidad de estudiar y avanzar a chicos que de verdad se lo merecen, como mi amigo. Del cual hace cinco minutos moría por saber su nombre, ahora lo ignoro. Es el chico que mas me ha dado alegría en menos tiempo, por el único completo extraño por el que me he sentido feliz. Ni siquiera se su nombre, y es mejor así. No quiero saber el nombre de mi ciego y mudo amigo sin nombre, a no ser de que me lo dijera el mismo.

  Y ya nunca lo podría hacer.

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